miércoles, 25 de abril de 2012

LA VIOLENCIA DEBILITA LA SALUD MENTAL DE LA MUJER: DEPRESIÓN, SUICIDIO, TRASTORNO DE ESTRÉS POSTRAUMÁTICO, CONSUMO DE ALCOHOL Y DROGAS, EMBARAZO DE ALTO RIESGO



Las Naciones Unidas definen la violencia contra la mujer como «todo acto de violencia basado en el género que tiene como resultado posible o real un daño físico, sexual o psicológico, incluidas las amenazas, la coerción o la privación arbitraria de la libertad, ya sea que ocurra en la vida pública o en la privada.»

Hoy se sabe que el maltrato incrementa una serie de sintomatología y  de cuadros clínicos que van desde la ansiedad, insomnio o baja autoestima  hasta la depresión clínica o el trastorno por estrés postraumático.
Es un hecho constatado que la frecuencia de depresión en las mujeres  es casi dos veces mayor que en los hombres y, aunque a menudo se recurre  a diferencias biológicas para explicar este hecho (por ejemplo las características del ciclo reproductivo de la mujer), lo cierto es que muy probablemente son las desigualdades de género, y entre ellas la violencia  de género, las que más contribuyen a esta diferencia “no natural”

El maltrato es un factor estresante, y como tal aumentará el riesgo de aparición de problemas de salud mental en la mujer. Las mujeres maltratadas pueden presentar cuadros depresivos, trastorno de ansiedad, trastornos fóbicos, trastorno de estrés postraumático, trastornos disociativos, trastornos de la conducta alimentaria, abuso de tóxicos.

Las mujeres maltratadas tienen más riesgo de sufrir trastornos de ansiedad. Si bien, hay algún estudio que halla la misma prevalencia de trastorno de pánico tanto en las mujeres maltratadas como en las no maltratadas en los matrimonios con discusiones frecuentes. A veces, estas mujeres desarrollan fobias secundariamente a la situación de maltrato. La agorafobia (miedo a salir del domicilio) es una de las fobias más frecuentes en estos casos.

Las mujeres maltratadas tienden a aislarse socialmente, en general por miedo al aumento de la violencia. Algunas veces no quieren que sus allegados tengan conocimiento de la situación de maltrato, tienen miedo a que les culpen de ello.



La prevalencia de depresión en la mujer maltratada encontrada en los diferentes estudios varía desde el 15 hasta el 83%. Los síntomas son indistinguibles a los de depresión de otro tipo: ánimo bajo, apatía, astenia, hiporexia, anhedonia, insomnio, ideas de muerte y, a veces, ideas autolíticas.

El uso de psicofármacos, ansiolíticos e hipnóticos, es frecuente en las mujeres maltratadas. La mayoría de las mujeres los usa como una forma de paliar los síntomas de ansiedad y TEPT. De la misma manera, otras mujeres consumen alcohol u otras drogas. La prevalencia del consumo de alcohol y otros tóxicos difiere según los estudios. Para el alcohol se sitúa entre el 7 y el 45%, y para otras drogas estaría entre el 5 y el 33%. 

El riesgo del abuso de sustancias puede disminuir la capacidad de toma de decisiones para salir de esa situación.
Esto hace necesario, por una parte, que los profesionales de la  salud aprendan y entiendan que la violencia doméstica es un problema frecuente en sus consultas y, por otra parte, que se proporcionen recursos y  formación a estos profesionales, para que puedan abordar responsablemente este creciente problema.


















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