miércoles, 25 de abril de 2012

EJERCICIO DE LA FUNCIÓN MATERNA PREMATURA Y SUS PELIGROS SOBRE LA SALUD MENTAL DEL NIÑO


I. Definición del Tema

La maternidad en la adolescencia puede tener consecuencias distintas, especialmente cuando viene acompañada de apoyo familiar, cumplimiento de las orientaciones recibidas en el periodo prenatal, apoyo para continuar con los estudios, participación de la pareja, vivencia de la maternidad como un momento importante de la evolución de la sexualidad, y responsabilidad.

Algunas adolescentes revelan un cambio positivo en las relaciones familiares con la llegada del niño, incluyendo cierto acercamiento entre los miembros.

Para algunas jóvenes, la maternidad en estas edades sí formaba parte de sus planes personales. Fue un hecho esperado y deseado, y significó la realización de ciertas aspiraciones: tener una pareja, hijos y cuidar de la casa.

Sobre las consecuencias en la crianza del hijo, los autores encontraron que jóvenes que tenían una historia de problemas conductuales en la adolescencia, eran madres con comportamientos que iban en dos direcciones: podían ser menos sensibles con sus niños, generando pasividad, o podían ser muy controladoras, provocando dificultades en el desarrollo de los niños.



II. Resumen de las Teorías y conceptos contemporáneos más importantes en relación al Tema


En un estudio que buscaba comparar la interacción de las madres adolescentes y adultas con sus bebés, manifiestan que a través de las imágenes filmadas, es posible identificar que las madres adultas demostraban más afectos positivos hacía sus hijos y estos vocalizaban dos veces más que los hijos de las madres adolescentes. Otro dato importante es que en las situaciones de juego, las madres adolescentes ofrecían directamente los objetos a sus hijos, mientras las madres adultas enseñaban los pasos necesarios para que estos fueran capaces de cogerlos. Puede deducirse que las adolescentes incentivaban menos la capacidad exploratoria y de aprendizaje de los niños.

Otro estudio nos muestra que los niños de madre adolescentes hablan menos y tienen más propensión a tener resultados cognitivos y lingüísticos más pobres, además, las madres adolescentes son menos sensibles y receptivas, mas restringidas y propenden a intervenir físicamente en el castigo en sus hábitos de crianza al compararse con las madres adultas.



III. Análisis critico personal de dichos conceptos, (en qué y por qué estoy de acuerdo y en desacuerdo)


Estoy totalmente de acuerdo en que ejercer prematuramente la función de ser madre, trae consecuencias tanto biológicas como psicológicas, que en alguna forma influyen en el desarrollo de la salud mental del niño, ya sean con simples besos que se les da en la boca como parte de una saludo o un cariño, hasta los evidentes castigos físicos en los que se incurre con el supuesto de corregirlos o educarlos.



IV. Aplicabilidad de los conceptos a la vida cotidiana a fin de fomentar mi crecimiento y salud mental personal y familiar.


Tratar de hablar las veces que se pueda con los amigos y familiares acerca del tema, y ver los puntos de vista de de cada uno de ellos con la finalidad de alimentarse y tener cada vez, más fundamentos para descartar si estoy en lo cierto o no con cada estigma o estereotipo que tenga, y pudiendo de esta manera aportar y ayudar a quienes lo necesiten.



V. Aplicabilidad de los conceptos a la vida cotidiana a fin de fomentar mejor calidad de vida de TODOS los protagonistas del trascendental Acto Obstétrico.

Primero tener las bases bien sentadas sobre el tema, para de esta manera poder orientar y ayudar las gestantes adolescentes en su nueva función de ser madre, quizás no con las experiencia pero si con grandes ejemplos, que puedan sensibilizar y moldear su conducta si es necesario, con la única finalidad de mantener estable la salud mental del futuro niño.

VI. Idea fuerza del tema


Los niños de madre adolescentes hablan menos y tienen más propensión a tener resultados cognitivos y lingüísticos más pobres.


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 Los cambios sobre su papel en el futuro (convertirse en madre, el dejar de trabajar)

· Los cambios en las relaciones con las personas

· La pregunta que una hace sobre si va a ser un buen padre o no

· El temor que pudiera haber problemas con el embarazo o con el bebé

· El temor de dar a luz

· La falta de apoyo o el miedo a encontrarse sola.

Es importante obtener la opinión de un especialista aunque se encuentre bien durante el embarazo. Las mujeres que han padecido estas enfermedades corren un riesgo alto de enfermarse tras dar a luz. Los profesionales de la salud mental están ahí para tratar con usted las opciones de tratamiento y asistencia. Le ayudarán a preparar un programa para cuidarse con su comadrona, tocólogo, asistente sanitario y médico de cabecera.

Habla con su médico de cabecera si ha tenido algún otro problema de salud mental. A menudo, su médico de cabecera podrá aconsejarle sobre la asistencia disponible y el tratamiento. Todo ello dependerá de la enfermedad que ha tenido y la gravedad de la misma.


Los niños prematuros o con muy bajo peso al nacer tienen más riesgo de convertirse en hiperactivos y desarrollar problemas de atención que los pequeños nacidos con peso normal o los que cumplen el periodo gestacional completo. La hiperactividad, los problemas de concentración y un comportamiento impulsivo son las características del síndrome de hiperactividad, uno de los problemas psiquiátricos más frecuentes en la infancia.Una investigación realizada en Dinamarca, en la que se comparó a 834 niños con diagnóstico confirmado de síndrome de hiperactividad con otros 20.100 pequeños sin enfermedad mental, nacidos entre 1980 y 1994, ha confirmado dicha asociación.

 Los niños nacidos en las semanas 34 a 36 de embarazo tienen casi un 70% más de posibilidades de desarrollar un problema mental de estas características que los nacidos a término. Cuando el nacimiento se da antes de las 34 semanas el riesgo se multiplica por tres.
Pero el estudio no sólo relaciona el momento del nacimiento con el trastorno, sino que también demuestra la asociación entre el peso al nacer y el riesgo de ser hiperactivo. Los niños que pesan entre 1.500 y 2.499 gramos tienen un 90% más de riesgo que los que pesaron más de tres kilos al nacer, que es la cifra considerada óptima para un bebé recién nacido. Cuando el peso al nacer está entre 2,5 kilos y tres las posibilidades aumentan un 50%.

Los mecanismos exactos por los que el cerebro se ve afectado cuando los niños nacen antes del final de la gestación o cuando hay retraso en el crecimiento intrauterino no se conocen. Posiblemente la falta de oxígeno es más frecuente en los niños que nacen antes de las 34 semanas, y en estudios animales se ha demostrado que ello puede conducir a lesiones cerebrales focales que alteran los receptores dopaminérgicos. Este mecanismo puede explicar en parte el síndrome de hiperactividad que los pacientes prematuros parecen más tendentes a padecer.Otro dato conocido es que la mortalidad y la morbilidad es mayor entre los niños que nacen prematuramente que cuando los afectados son niñas. Parece que el sistema dopaminérgico es más inmaduro en los varones y por ello puede sufrir más. Las neuronas que se están formando son las que tienen más riesgo de morir cuando hay problemas, por lo que los niños que nacen antes de tiempo tienen más neuronas expuestas a esa posibilidad.

En cuanto a las características específicas que muestran los bebés nacidos prematuros, tienen, a los dos años de edad corregida, un desarrollo psicomotor y cognitivo dentro de la normalidad. Sin embargo, los valores en el índice mental de desarrollo son más bajos en el grupo de niños prematuros que en el de los nacidos sanos. Además, los niños prematuros presentan más trastornos psicofuncionales (en especial, de rechazo al alimento) y de comportamiento externalizado (cóleras, oposicionismo, agresividad).

La vinculación o apego de la madre con el bebé también ha sido estudiada. Parece que los índices en esta vinculación no varían mucho en los casos de madres con niños nacidos prematuros o sanos a los dos años de vida. Sin embargo, cuando se da un modelo de apego inseguro de una madre respecto a su hijo (sea este prematuro o no), los resultados son más bajos en el índice de desarrollo mental. También se ha encontrado una relación entre el apego inseguro de las madres y el estrés de éstas en el primer año del niño, por lo que  serecomienda profundizar en este vínculo en un futuro.


















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