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sábado, 12 de mayo de 2012

MANEJO FARMACOLÓGICO EN EMBARAZADAS QUE DESARROLLAN DIABETES MELLITUS GESTACIONAL 2010


SUMMARY


Gestational diabetes mellitus (GDM) is a common disorder affecting ~ 7% of pregnancies each year. It can have a much higher incidence in certain minority populations with a greater predisposition to GDM The disorder is characterized by carbohydrate intolerance that begins or is first recognized during pregnancy. Recognizing and treating GDM results in lowering of maternal and fetal complications. Several studies have concluded that women who do not meet established goals with diet and exercise alone have more favorable outcomes with pharmacological intervention(17.)

INTRODUCCIÓN

Diabetes Mellitus Gestacional (DMG) se define como cualquier grado de intolerancia a la glucosa que es reconocido o identificado por primera vez en el embarazo, especialmente en el tercer trimestre de gestación.(1, 3). Afecta aproximadamente un 7% de los embarazos cada año en los EEUU y su prevalencia va de un 2 a 5%; convirtiéndola así en una de las patologías más comunes del embarazo. (17, 9). Por esto, es que el manejo de la DMG se ha estudiado ampliamente; con el fin de establecer cuál o cuáles son las medidas terapéuticas farmacológicas más eficaces para su control y prevención de complicaciones maternas y/o fetales.


ANÁLISIS DE ESTUDIOS

Se debe de iniciar el manejo farmacológico, cuando la paciente después de dos semanas con dieta y ejercicio no logre controlar su estado metabólico y mantenerse euglicemica, esta situación se presenta aproximadamente entre un 30-40% de las pacientes. En el pasado, el control farmacológico fue únicamente con insulina, debido a que beneficia a la madre a controlar su estado metabólico de una forma muy fisiológica y a la vez segura para el niño en desarrollo, ya que no cruza la barrera placentaria.

Además se ha demostrado que reduce importantemente la aparición de complicaciones obstétricas como se demostró por medio del estudio Effect of Treatment of Gestational Diabetes Mellitus onPregnancyOutcomesde Crowther et al., en donde se estudiaron 1000 pacientes diabéticas gestacionales entre los años 1993 y el 2003.

En dicho estudio se detalla que en las pacientes tratadas con insulina no se reportó ninguna muerte fetal perinatal o neonatal, mientras que en las pacientes que no se sometieron a esquema insulínico, se reportaron tres óbitos y dos muertes neonatales, estas últimas se asociaron a la presencia concomitante de preeclamsia y restricción del crecimiento intrauterino.

En los neonatos de las madres con insulina no se presentaron fracturas ni trauma de nervio, mientras que en los neonatos de las madres sin insulina hubo un niño con ambos problemas y dos con parálisis de Erb. Por otro lado, en relación al peso de los niños al nacer, los hijos de las madres del grupo con intervención especializada tuvieron pesos significativamente inferiores. No se encontraron diferencias importantes en cuanto a la incidencia de distocia de hombro, 1% para el grupo de las madres con tratamiento farmacológico y 1 - 3% para las que no lo tuvieron.(7).

En los últimos años se ha introducido como alternativa a la insulina el uso de glibenclamida en el manejo de la paciente con diabetes gestacional; esta última ha demostrado lograr en la paciente un adecuado control glicémico y que ella tenga una mejor aceptación y adherencia al tratamiento. La glibenclamida, es una sulfonilurea, que tiene como principal acción inducir – estimular la secreción de insulina en el páncreas; bloquear la gluconeogénesis hepática e indirectamente favorece la sensibilización periférica a la insulina a nivel tisular. Logra también que se disminuya en un 20% la circulación de glucosa sanguínea y se ha demostrado, por varios estudios realizados, que no traspasa la barrera placentaria, siendo segura para el desarrollo fetal. (16).

En cuanto a su farmacocinética, su absorción no se altera con los alimentos, es metabolizado por el hígado y su excreción es tanto biliar como renal. Su pico de acción se da a las cuatro horas y su tiempo de vida media es de aproximadamente diez horas. Los resultados obtenidos como tratamiento para la DMG han sido muy positivos; esto se demuestra en el estudio realizado por Langer et al., para el American Journal of Obstetrics and Ginecologyen el 2005, en el cuál se llega a la conclusión de que la insulina y la glibenclamida son igual de eficaces para manejar a mujeres con DMG, especialmente en aquellas que se encontraron con glicemias en ayunas entre 95-139mg/dl a la hora de hacer el diagnóstico (14).

Es por esto que ha venido ganando gran aceptación entre la mayoría de ginecoobstetras-perinatologos, principalmente por su similitud con la insulina en cuanto a resultados obstétricos y favorables controles metabólicos; pero también porque se ha demostrado que las pacientes tienen una mayor adherencia al tratamiento (ya que prefieren tomar medicamento V.O a inyectarse hasta más dos veces al día) sumado a que es menos costoso para ellas y para el sistema de salud. Por otro lado, en el estudio de Jacobson et al “Comparison of glyburide and insulinforthemanagement of gestational diabetes in a large manager careorganization”, también publicado en el 2005 por The American Journal of Obstetrics and Ginecology, se manejaron con insulina 268 pacientes con DMG (grupo 1), y 236 pacientes con DMG fueron manejadas con gliburide (grupo 2).

Se sustentan los siguientes resultados: entre ambos grupos no hubo diferencias en cuanto al peso del niño al nacer o cesáreas realizadas; pero se hace la anotación de que las mujeres tratadas con gliburide tuvieron una incidencia de preeclampsia más alta en comparación a las que usaron insulina y un 9% de los neonatos nacidos de las madres del grupo manejado con gliburide recibieron fototerapia en contraste con los del otro grupo que fue de un 5%. (13).

Para explicarse las fallas en el tratamiento inicial con glibenclamida en ciertas pacientes con DMG, se comenzaron a hacer investigaciones y publicaciones que determinan cuales son las probables causas del fallo, un ejemplo de ello fue el estudio hecho por Rochon et al, en el cual se estudiaron 101 mujeres diagnosticadas con DMG y manejadas inicialmente con gliburide; el 79% de las pacientes tuvieron un tratamiento exitoso, mientras que el 21% fallaron en el tratamiento y fueron cambiadas a manejo con insulina. De estas una se cambió por presentar cuadros severos de hipoglicemia, en cambio las otras fueron por presentar malos controles glicémicos, utilizando la máxima dosis de gliburide (20mg por día).

Después de analizarlas, para ver porque razón no se llegó a la meta (estado euglicémico), la única característica estadística y significativamente predictiva del fallo fue que cuando se les realizo la prueba1 hora pos-50 gr glucosa V.O., presentaron un valor glicémico mayor a 200mg/dl; la sensibilidad y el valor predictivo positivo para este factor determinante respectivamente es de 45% y 35%. También se ha descrito que en mujeres, ya diagnósticadas e iniciadas con dieta especial, con glicemias en ayunas menores a 110mg/dl o una hora post prandial< 140mg/dl el éxito con glibenclamida es casi definitivo. (18).

En relación al manejo con metformina, perteneciente al grupo de las biguanidas, se han realizado pocos estudios comparativos y descriptivos que sustenten claramente los beneficios y la seguridad de manejar mujeres con Diabetes Gestacional. Uno de los más importantes es el hecho por Rowan et al para la revista Diabetes Care. En el cual se explica la realización del estudio MiG en Australia, en el cual compara el manejo insulínico vs manejo con metformina, con el fin de determinar si se obtienen o no resultados similares, como los ya descritos por los estudios con gliburide. En este se trata de hacer ver que la metformina es una alternativa más lógica para manejar la resistencia insulínica de estas pacientes, con la ventaja de que no sobre estimula la acción pancreática como lo hacen las sulfonilureas ni excede el riesgo de que las pacientes sufran hipoglicemias como con la insulina y o sulfonilureas.(19).

A pesar de que este fármaco cruza la barrera placentaria, según la publicación de Briggs et al Drugs in Pregnancy and Lactationno hay evidencia sustancial de que produzca efectos adversos en el desarrollo del feto, sin embargo se mantiene etiquetado como “medicamento de riesgo B”. (2).Entre algunos antecedentes, de estudios relacionados al manejo con metformina, se encuentra uno realizado en Sudáfrica en el cual se demostró cierta similitud en cuanto a morbimortalidad en mujeres manejadas con insulina y con esta biguanida. (5,6)En uno más reciente, hecho en Australia, se estudiaron a 30 pacientes, unas fueron manejadas con metformina y las otras con insulina; dentro de los resultados obtenidos, uno de los que más trascendencia tuvo fue que a la hora de medir los niveles de péptido-C en el cordón umbilical fueron muy similares en ambos grupos. (10).

En un estudio uní centro hecho en Nueva Zelanda, se investigó con 214 mujeres embarazadas, entre 1998 y el 2003; en aquellas que usaron metformina (93 pacientes) tenían más factores de riesgo para desarrollar eventos adversos que las otras pacientes, sin embargo las complicaciones obstétricas que se pre-sentaron no fueron tan diferentes en relación a las pacientes que no utilizaron metformina sin tener estas esas condiciones de fondo.(12).

Sin embargo, en un estudio retrospectivo en Dinamarca, se reportó que dentro de un grupo de mujeres valoradas entre 1966 y 1991, las que utilizaron metformina tuvieron una mayor incidencia de preeclamsia y pérdidas perinatales que las que fueron manejadas con insulina, teniendo en cuenta que las que utilizaron metformina eran pacientes obesas, pudiendo atribuirse esta condición como agravante a dichas complicaciones y no tanto el medicamento. (11).

En reportes más recientes relacionados a mujeres con Síndrome de Ovario Poliquístico, se ha demostrado que la metformina, además de favorecer la ovulación y fertilidad, tiende a reducir la presencia de complicaciones durante el embarazo (como abortos espontáneos), principalmente se ha asociado con prevenir la aparición de DMG en estas mujeres. (4,15,8).

CONCLUSIONES

Como médicos generales principalmente, o como especialistas, que formamos parte de la nueva era de atención integral a la salud; debemos comprometernos a brin-darles una atención continua a estas pacientes y optimizar el tratamiento farmacológico, esto por todas las complicaciones perinatales-neonatales que puedaacarrear; y por el riesgo de desarrollo de DM tipo 2 – evento cardiovascular temprano en las madres, y obesidad - debut diabético (DM tipo 2) temprano en los hijos. Todo con el fin de velar por una vida saludable para nuestras pacientes y tratar de disminuir la incidencia de estas patologías que tanto están afectando la salud de los costarricenses.

RESUMEN

La Diabetes Mellitus Gestacional (DMG) es una de las complicaciones más comunes del embarazo, anualmente afecta, aproximadamente, un 7% de las mujeres embarazadas. Su incidencia puede llegar a ser mucho mayor en aquellas poblaciones con alta predisposición a la diabetes mellitus. Esta patología se caracteriza por ser un estado de intolerancia a los carbohidratos que es reconocido por primera vez en el embarazo.

El fin primordial de diagnosticar tempranamente y ofrecer un tratamiento apropiado y oportuno a aquellas mujeres que desarrollan DMG es reducir la aparición concomitante de complicaciones maternas y/o fetales, las cuales pueden ser letales... A lo largo del tiempo, se han realizado grandes estudios para determinar cuál es el mejor tratamiento para controlar los niveles glicémicos en estas pacientes, y en su mayoría han concluido que es el tratamiento farmacológico en conjunto a un plan nutricional y ejercicio el que ha marcado la diferencia. (17).


BIBLIOGRAFÍA

1.     American Diabetes Association. Diagnosis and Classification of Diabetes Mellitus. Diabetes Care 2007; 30 (1): S42-S47
2.     Briggs G, Freeman R, Yaffe S: Drugs 2. in Pregnancy and Lactation. 7th ed. Philadelphia, Lippincott, 2005, p. 1017–1020
3.     Buchanan TA, Xiang A, Kjos SL, Wa-3. tanaber R, What Is Gestational Diabetes?. Diabetes Care 2007; 30 (2): S105-S111
4.     Checa M, Requena A, Salvador C, Tur 4. R, Callejo J, Espinos J, et al. Insulin sensitising agents: use in pregnancy and as therapy in polycystic ovary syndrome. Hum Reprod Update 2005 11:375–390.
5.     Coetzee EJ, Jackson WP: The manage-5. ment of non-insulin-dependent diabetes during pregnancy. Diabetes Res 1986; 1:281– 287.
6.     Coetzee EJ, Jackson WP: Metformin 6. in management of pregnant insulin-independent diabetics. Diabetologia 1979;16:241– 245.
7.     Crowther CA, Hiller JE, Moss JR, 7. McPhee, AJ, Jeffries WS, Robinson JS. Australian CarbohydrateIntolerance Study in Pregnant Women (ACHOIS) Trial Group: Effect of treatment of gestational diabetes on pregnancy outcomes. N Engl J 2005; 352:2477–2486
8.     Glueck CJ, Wang P, Kobayashi S, Phillips 8. H, Sieve-Smith L: Metformin therapy throughout pregnancy reduces the development of gestational diabetes in women with polycystic ovary syndrome. FertilSteril 2002; 77:520 –525.
9.     Griffith J, Conway DL. Care of diabetes 9. in pregnancy. ObstetGynecolClin N Am 2004; 31: 243- 256.
10.   Hague WM, PMD, Oliver D, Rowan J. 10. Contraindications to use of metformin. BMJ 2003; 326.
11.   Hellmuth E, Damm P, Molsted-Pederson 11. L. Oral hypoglycaemic agents in 118 diabetic pregnancies. Diabet Med 2000; 17:507–511.
12.   Hughes R, Rowan J. Pregnancy in wom-12. en with type 2 diabetes: who takes met-formin and what is the outcome? Diabet Med 2006;23:318 –322
13.   Jacobson GF, Ramos GA, Ching JY, Kir-13. by RS, Ferrara A, Field R. Comparison of glyburide and insulin for the manage-ment of gestational diabetes in a large managed care organization. American Journal of Obstetrics and Gynecology 2005; 193: 118–124
14.   Langer O, Yogev Y, Xenakis EMJ, 14. Rosenn B. Insulin and glyburide therapy: Dosage, severity level of gestational dia-betes, and pregnancy outcome. American Journal of Obstetrics and Gynecology 2005); 192, 134- 139
15.   Lord JM, Flight IH, Norman RJ: Met-15. formin in polycystic ovary syndrome: systematic review and meta-analysis. BMJ 2003; 327:951–953
16.   Moore TR. Glyburide for the Treatment 16. of Gestational Diabetes. Diabetes Care 2007; 30 ( 2): S209-S213.
17.   Perkins JM, Dunn JP, Jagasia SM. Per-17. spectives in Gestational Diabetes Melli-tus: A Review of Screening, Diagnosis, and Treatment. Clinical Diabetes 2007; 25 (2): 57- 62
18.   Rochon M, Rand L, Roth L, Gaddipati 18. S. Glyburide for the management of gestational diabetes: Risk factors predictive of failure and associated pregnancy outcomes. American Journal of Obstetrics and Gynecology 2006; 195: 1090–1094
19.   Rowan JA19. . Treatment with metformin compared with insulin (the Metformin in Gestational Diabetes [MiG] trial. Diabe-tes Care 2007; 30 ( 2): S214- S219

sábado, 5 de mayo de 2012

CONSEJOS PARA MANEJAR EL ESTRÉS EN EL EMBARAZO




1. Primero la mujer encinta debe aceptar ante todo y ante todos que cierta situación por la que está atravesando, la puso en un nivel de estrés que es difícil para ella manejar.

2. Alimentarse saludablemente y beber mucha agua ayuda a que los niveles de estrés se reduzcan.

3. Tomar siestas, meditar o clases de yoga alivian el estrés.

4. Hacer ejercicio, caminar por lo menos veinte minutos diarios a un paso moderado.

5. Escuchar música, escribir en un diario los sentimientos que experimenta le hará mucho bien a la mujer embarazada.

6. Deberá evitar por completo el consumo de bebidas alcohólicas, de tabaco y de drogas sociales.

7. La mujer embarazada debe evadir personas y situaciones que traigan estrés a su vida.

8. Si tiene problemas con su pareja, hablar con amigos, parientes o profesionales en el campo de la salud mental o quizás con un consejero espiritual le ayudará a reducir los niveles de estrés que experimenta en el hogar.

9. Leer libros sobre el embarazo y el recién nacido, investigar sobre las cuatro areas del desarrollo infantil, física, social, emocional y cognitiva.

10. Cuidar de su embarazo tomando las medicinas tal y como el doctor las prescribe. Asistir a sus citas prenatales. Esto le dará la tranquilidad de que todo está bien con su bebé y reducirá sus niveles de estrés en gran manera.

miércoles, 25 de abril de 2012

EJERCICIO DE LA FUNCIÓN MATERNA PREMATURA Y SUS PELIGROS SOBRE LA SALUD MENTAL DEL NIÑO


I. Definición del Tema

La maternidad en la adolescencia puede tener consecuencias distintas, especialmente cuando viene acompañada de apoyo familiar, cumplimiento de las orientaciones recibidas en el periodo prenatal, apoyo para continuar con los estudios, participación de la pareja, vivencia de la maternidad como un momento importante de la evolución de la sexualidad, y responsabilidad.

Algunas adolescentes revelan un cambio positivo en las relaciones familiares con la llegada del niño, incluyendo cierto acercamiento entre los miembros.

Para algunas jóvenes, la maternidad en estas edades sí formaba parte de sus planes personales. Fue un hecho esperado y deseado, y significó la realización de ciertas aspiraciones: tener una pareja, hijos y cuidar de la casa.

Sobre las consecuencias en la crianza del hijo, los autores encontraron que jóvenes que tenían una historia de problemas conductuales en la adolescencia, eran madres con comportamientos que iban en dos direcciones: podían ser menos sensibles con sus niños, generando pasividad, o podían ser muy controladoras, provocando dificultades en el desarrollo de los niños.



II. Resumen de las Teorías y conceptos contemporáneos más importantes en relación al Tema


En un estudio que buscaba comparar la interacción de las madres adolescentes y adultas con sus bebés, manifiestan que a través de las imágenes filmadas, es posible identificar que las madres adultas demostraban más afectos positivos hacía sus hijos y estos vocalizaban dos veces más que los hijos de las madres adolescentes. Otro dato importante es que en las situaciones de juego, las madres adolescentes ofrecían directamente los objetos a sus hijos, mientras las madres adultas enseñaban los pasos necesarios para que estos fueran capaces de cogerlos. Puede deducirse que las adolescentes incentivaban menos la capacidad exploratoria y de aprendizaje de los niños.

Otro estudio nos muestra que los niños de madre adolescentes hablan menos y tienen más propensión a tener resultados cognitivos y lingüísticos más pobres, además, las madres adolescentes son menos sensibles y receptivas, mas restringidas y propenden a intervenir físicamente en el castigo en sus hábitos de crianza al compararse con las madres adultas.



III. Análisis critico personal de dichos conceptos, (en qué y por qué estoy de acuerdo y en desacuerdo)


Estoy totalmente de acuerdo en que ejercer prematuramente la función de ser madre, trae consecuencias tanto biológicas como psicológicas, que en alguna forma influyen en el desarrollo de la salud mental del niño, ya sean con simples besos que se les da en la boca como parte de una saludo o un cariño, hasta los evidentes castigos físicos en los que se incurre con el supuesto de corregirlos o educarlos.



IV. Aplicabilidad de los conceptos a la vida cotidiana a fin de fomentar mi crecimiento y salud mental personal y familiar.


Tratar de hablar las veces que se pueda con los amigos y familiares acerca del tema, y ver los puntos de vista de de cada uno de ellos con la finalidad de alimentarse y tener cada vez, más fundamentos para descartar si estoy en lo cierto o no con cada estigma o estereotipo que tenga, y pudiendo de esta manera aportar y ayudar a quienes lo necesiten.



V. Aplicabilidad de los conceptos a la vida cotidiana a fin de fomentar mejor calidad de vida de TODOS los protagonistas del trascendental Acto Obstétrico.

Primero tener las bases bien sentadas sobre el tema, para de esta manera poder orientar y ayudar las gestantes adolescentes en su nueva función de ser madre, quizás no con las experiencia pero si con grandes ejemplos, que puedan sensibilizar y moldear su conducta si es necesario, con la única finalidad de mantener estable la salud mental del futuro niño.

VI. Idea fuerza del tema


Los niños de madre adolescentes hablan menos y tienen más propensión a tener resultados cognitivos y lingüísticos más pobres.


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 Los cambios sobre su papel en el futuro (convertirse en madre, el dejar de trabajar)

· Los cambios en las relaciones con las personas

· La pregunta que una hace sobre si va a ser un buen padre o no

· El temor que pudiera haber problemas con el embarazo o con el bebé

· El temor de dar a luz

· La falta de apoyo o el miedo a encontrarse sola.

Es importante obtener la opinión de un especialista aunque se encuentre bien durante el embarazo. Las mujeres que han padecido estas enfermedades corren un riesgo alto de enfermarse tras dar a luz. Los profesionales de la salud mental están ahí para tratar con usted las opciones de tratamiento y asistencia. Le ayudarán a preparar un programa para cuidarse con su comadrona, tocólogo, asistente sanitario y médico de cabecera.

Habla con su médico de cabecera si ha tenido algún otro problema de salud mental. A menudo, su médico de cabecera podrá aconsejarle sobre la asistencia disponible y el tratamiento. Todo ello dependerá de la enfermedad que ha tenido y la gravedad de la misma.


Los niños prematuros o con muy bajo peso al nacer tienen más riesgo de convertirse en hiperactivos y desarrollar problemas de atención que los pequeños nacidos con peso normal o los que cumplen el periodo gestacional completo. La hiperactividad, los problemas de concentración y un comportamiento impulsivo son las características del síndrome de hiperactividad, uno de los problemas psiquiátricos más frecuentes en la infancia.Una investigación realizada en Dinamarca, en la que se comparó a 834 niños con diagnóstico confirmado de síndrome de hiperactividad con otros 20.100 pequeños sin enfermedad mental, nacidos entre 1980 y 1994, ha confirmado dicha asociación.

 Los niños nacidos en las semanas 34 a 36 de embarazo tienen casi un 70% más de posibilidades de desarrollar un problema mental de estas características que los nacidos a término. Cuando el nacimiento se da antes de las 34 semanas el riesgo se multiplica por tres.
Pero el estudio no sólo relaciona el momento del nacimiento con el trastorno, sino que también demuestra la asociación entre el peso al nacer y el riesgo de ser hiperactivo. Los niños que pesan entre 1.500 y 2.499 gramos tienen un 90% más de riesgo que los que pesaron más de tres kilos al nacer, que es la cifra considerada óptima para un bebé recién nacido. Cuando el peso al nacer está entre 2,5 kilos y tres las posibilidades aumentan un 50%.

Los mecanismos exactos por los que el cerebro se ve afectado cuando los niños nacen antes del final de la gestación o cuando hay retraso en el crecimiento intrauterino no se conocen. Posiblemente la falta de oxígeno es más frecuente en los niños que nacen antes de las 34 semanas, y en estudios animales se ha demostrado que ello puede conducir a lesiones cerebrales focales que alteran los receptores dopaminérgicos. Este mecanismo puede explicar en parte el síndrome de hiperactividad que los pacientes prematuros parecen más tendentes a padecer.Otro dato conocido es que la mortalidad y la morbilidad es mayor entre los niños que nacen prematuramente que cuando los afectados son niñas. Parece que el sistema dopaminérgico es más inmaduro en los varones y por ello puede sufrir más. Las neuronas que se están formando son las que tienen más riesgo de morir cuando hay problemas, por lo que los niños que nacen antes de tiempo tienen más neuronas expuestas a esa posibilidad.

En cuanto a las características específicas que muestran los bebés nacidos prematuros, tienen, a los dos años de edad corregida, un desarrollo psicomotor y cognitivo dentro de la normalidad. Sin embargo, los valores en el índice mental de desarrollo son más bajos en el grupo de niños prematuros que en el de los nacidos sanos. Además, los niños prematuros presentan más trastornos psicofuncionales (en especial, de rechazo al alimento) y de comportamiento externalizado (cóleras, oposicionismo, agresividad).

La vinculación o apego de la madre con el bebé también ha sido estudiada. Parece que los índices en esta vinculación no varían mucho en los casos de madres con niños nacidos prematuros o sanos a los dos años de vida. Sin embargo, cuando se da un modelo de apego inseguro de una madre respecto a su hijo (sea este prematuro o no), los resultados son más bajos en el índice de desarrollo mental. También se ha encontrado una relación entre el apego inseguro de las madres y el estrés de éstas en el primer año del niño, por lo que  serecomienda profundizar en este vínculo en un futuro.


















lunes, 23 de abril de 2012

DISEASES IN ELDERLY PREGNANT



Maternal and Children Diseases


Certain medical conditions occur more often in women over 40, including diabetes, high blood pressure and thyroid disorders. Fortunately, these conditions can be diagnosed and controlled prior to pregnancy and many medications used to treat these disorders can be safely used during pregnancy. If you currently take medication and you are planning a pregnancy, talk to your doctor. A change in medication or dosage adjustment may be necessary.
If not properly treated, maternal illnesses can adversely affect the fetus.Uncontrolled high blood pressure can restrict fetal growth and, in severe cases,can result in stillbirth, and poor control of the levels of blood sugar during pregnancycan result in abnormal fetal growth. Early prenatal care and judicious use of medication can reduce these risks significantly.
Some of the most common complications among women over 35 are:

  • Gestational diabetes. This form of diabetes develops for the first time during pregnancy. Studies suggest that women over age 35 are about twice as likely asyounger women develop gestational diabetes. Women with gestational diabetes are more likely to have large babies at risk of injury during childbirth and problems during the first weeks of life (such as respiratory problems).



High blood pressureAs with diabetes, these women may develop high blood pressure for the first time during pregnancyThis type of high blood pressure or hypertension is often called pregnancy-induced hypertension or, in its most severe form, preeclampsiaSome studies have found that pregnancy-inducedhypertension is more common in women over 35 years.



Placental problems - The most common problem is placenta previa, in which the placenta covers part or all of the uterine opening (cervix). One study found that women who are about 40 years are twice as likely, and women over 40 years, nearly three times more likelythan younger women to have this complication.Placenta previa can cause severe bleeding during delivery that can endanger thelife of the mother and baby. Generally, a cesarean section can prevent serious complications.



  •   Premature birth - Women over age 40 are more likely than women between 20 and 39 years of preterm birth (before 37 completed weeks of pregnancy). From 2003 to 2005, 16.6 percent of women over 40 years had a premature delivery, compared with 12.5 percent of women 30 to 39, and 11.9 percent of women aged 20 to 29 years. Premature babies are at higher risk for health problems during the first weeks of life and suffer permanent disabilities. Some studies also suggest that women aged 40 to 49 years may be at increased risk of having a baby of low birth weight (less than five pounds). (The low birth weight can result from premature birth, poor growth before birth or both.)

  •   Stillbirth. Stillbirth, is fetal death after 20 weeks of pregnancy. In a series of studies have shown that women over age 40 have two to three times more likely than women aged 20 to 30 years of having a stillbirth. There are well known causes of these tragic losses in women over 40 years.

  • Genetic defects-is an unfortunate but incontrovertible fact that as a woman ages, a greater proportion of her aging eggs contain chromosomal abnormalities. At present, some infertility clinics have the technology to eliminate these abnormal eggs, but for most women who become pregnant after the age of 40 years, the riskof having a birth defect increases based on age . Although the general populationof women of reproductive age has a 3% chance of giving birth to a child with a birth defect, after age 40, this risk is between 6% and 8%. The chance of having a baby with Down syndrome is approximately 1 in 365 at age 35. This number increases to 1 in 100 at age 40 and up to 1 in 40 at age 45.

  • Pregnancy Loss

    Pregnancy loss also increases with advancing age. Approximately 60% ofspontaneous abortions in early pregnancy (first quarter) are due to genetic abnormalities of the fetus. In general, pregnant women experience spontaneous abortions in 15% of the time. After age 40, this incidence nearly doubles. There is also a moderate increase in stillbirths after age 40 due to a combination of medical complications affecting pregnancy and lethal birth defects.

Complications of Labor and Delivery
Complications of labor and delivery that are seen more often in women over 40years include:

- Preterm Labor
- Premature separation of the placenta causing bleeding
- Placenta previa (abnormal placement of the placenta over the opening of the cervix)
- Meconium-stained amniotic fluid (fetal waste in the amniotic fluid that can beharmful if breathed the baby at birth)
- Postpartum Hemorrhage
- Abnormal fetal presentation (breech or other positions other than the position ofhead)

As a result, the rate of cesarean delivery is significantly higher in this age group.